Mi vocación como profesora la encontré al empezar a cuidar a unos niños para ganarme un dinerillo.
El primer niño que cuide, se llamaba Carlos y era un chico que era muy inteligente, y trabajador su único problema era la falta de concentración, no se conseguía quedarse sentado en la mesa mas de 10 minutos. Así que pensando en la manera de como centrarle y motivarle para que aguantase quedarse sentado, se me ocurrio premiarle con chicles , y por cada día que aguantaba haciendo los deberes sin levantarse le daba un chicle y así conseguí que pusiera toda su energía y motivación en acabar los deberes.
Mi segundo trabajo fue un verano, que tenía que cuidar a dos niños de 4 y 8 años que se llamaban Alvaro y Miguel, con ellos me tiraba todas las mañanas y una de las cosas que me pidió la madre es que les desenganchara de la play y de la wii entonces les enseñe a jugar con sus juguetes, les bajaba a la calle para que jugaran con otros niños y de esa manera se olvidaron un poco de las consolas y de tanta tele.
Otro trabajo del cual fue uno de los que más me a hecho madurar como persona fue dar clases a una niña con dislexia , era una niña que se le olvidaba todo de un día para otro, que veías que por más que le explicaras las cosas a los 5 minutos ya se le había olvidado. Y lo peor de todo ver como se derrumbaba porque ella le ponía todo el interés pero por su minusvalía no podía superarse. Con ella tuve muchísima paciencia y cualquier mejora que tuviera había que hacerselo notar para que eso la motivase a seguir luchando.
Y por ultimo actualmente cuido a tres niñas de 4 6 y 10 años que se llaman Belen, Marina y Clara. Y aunque cada una es un mundo, y están en una etapa diferente de desarrollo. Cuidando las me doy cuenta de lo mucho que me gusta ser profesora, me encantan los niños, y se que es el futuro que yo quiero tener. Ver como tu para ellos era una fuente de sabiduría y todo lo que dices les sorprende, que tienden a imitarte en todo lo que haces, y que son felices con cualquier juego. Que ponen ilusión a todo lo que les quieres enseñar, y que te pagan con esa sonrisa tan grande que tienen cuando les gusta algo que haces. Me llena de orgullo saber que esas personillas sienten que tu eres de las cosas mas importantes en su vida y que te necesitan para aprender cosas nuevas
